Conceder validez excesiva y prematura al sistema competitivo y a la especialización en beneficio de la utilidad, aparta al espíritu de la vida cultural, y aniquila el germen del que depende la ciencia especializada.
Para que se desarrolle una educación válida es necesario que se ejerza el pensamiento crítico e independiente de los jóvenes, un perfeccionamiento puesto en peligro contínuo por el exceso de materias (sistema puntual). Este exceso conduce necesariamente a la superficialidad y a la falta de cultura verdadero. La enseñanza debe ser tal que pueda recibirse como el más preciado regalo y no como un amargo deber.
Albert Einstein
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